Vivienda sostenible es toda residencia que es respetuosa con el medio ambiente y aprovecha los recursos disponibles para reducir el consumo energético; lógicamente el resultado final es un ahorro considerable en las facturas domésticas.
Toda vivienda sostenible cumple una serie de requisitos; podemos destacar en primer lugar la ubicación de la vivienda. Si es factible se integrará en la naturaleza con el objetivo final de aprovechar todos los recursos posibles; especialmente importante es la orientación que permitirá el aprovechamiento de la luz y el calor del sol. Lo que se busca es la luz del sol durante el invierno y una protección del exceso de radiación en verano. También es muy importante la utilización de materiales ecológicos como la madera, el corcho o la piedra. La utilización de fuentes de energía renovables también son fundamentales, en este caso las placas solares son el material por antonomasia ya que proveen de una energía inagotable. Las técnicas de ventilación también son básicas, es el caso de las corrientes cruzadas que permiten renovar el aire de la vivienda en muy poco tiempo y si se realiza a primeras horas de la mañana permite rebajar la temperatura de la casa con facilidad.
Otro aspecto importante dentro de una vivienda sostenible es un buen aislamiento: materiales naturales y ventanas de doble o triple vidrio son básicos en este apartado. Y por último, y solo apto para viviendas en el campo: integrar la vivienda en la naturaleza, es decir intentar que forme parte del paisaje. Poco a poco los clientes de Ibarquitectura ven la inversión inicial en una vivienda sostenible no como un gasto sino como una inversión, lógicamente tenemos que explicarles los detalles de todo el proceso constructivo que provocan estos precios más altos pero finalmente se valoran los pro que son más que los contras. Fotografía: Chris Barbalis.